El autoengaño es un mecanismo psicológico que protege a la persona de enfrentar una realidad dolorosa. En el contexto de la adicción, implica que el individuo se justifica y minimiza su consumo, niega las consecuencias negativas y se convence de que puede manejar la situación por sí mismo.
Este comportamiento es común, pero peligroso, ya que impide que la persona tome conciencia de su problema y busque ayuda profesional.
Señales comunes del autoengaño en personas con adicción
Identificar estas señales puede ser clave para detectar el autoengaño:
1. Minimización del problema
La persona dice frases como “solo tomo de vez en cuando” o “puedo dejarlo cuando quiera”, restando importancia a la gravedad del consumo.
2. Justificación constante
Se inventan razones para seguir consumiendo: estrés, ansiedad, problemas personales, o simplemente para “divertirse”.
3. Negación de las consecuencias
A pesar de evidencias claras como problemas de salud, laborales o familiares, niegan que estén relacionados con su consumo.
4. Culpar a otros
Es común que responsabilicen a familiares, amigos o circunstancias externas por sus dificultades, evitando asumir su responsabilidad.
5. Promesas incumplidas
Frecuentemente prometen que dejarán el consumo en el futuro, pero no toman acciones concretas para hacerlo.
¿Por qué es importante detectar el autoengaño?
Detectar el autoengaño permite a familiares, amigos y profesionales intervenir de manera adecuada, motivando a la persona adicta a reconocer su situación y buscar ayuda. Sin esta conciencia, la recuperación se hace mucho más difícil y las recaídas son más probables.
¿Cómo ayudar a alguien que está en autoengaño?
Ayudar a una persona que se encuentra en un estado de autoengaño por su adicción es un proceso delicado que requiere paciencia, comprensión y estrategias adecuadas. El autoengaño, como mecanismo de defensa, actúa como un escudo psicológico que protege al individuo de enfrentar una realidad dolorosa y difícil de aceptar. Por ello, intentar confrontar a alguien en esta situación de forma brusca o con reproches puede resultar contraproducente y aumentar aún más su resistencia a reconocer el problema.
Mantén una actitud empática
Lo primero y más importante es mantener una actitud empática. Esto significa ponerse en el lugar de la persona adicta, entendiendo que no está actuando con mala intención, sino que su mente se encuentra en un estado de negación y confusión para evitar el sufrimiento. Cuando hablamos con alguien en autoengaño, es fundamental evitar el juicio o la crítica directa, ya que estas actitudes suelen provocar que la persona se cierre aún más y se aferre a sus creencias erróneas.
Busca apoyo profesional cuando sea necesario
Por último, es crucial reconocer cuándo es el momento de buscar ayuda profesional. Los especialistas en adicciones, como psicólogos, psiquiatras y terapeutas, cuentan con las herramientas y el conocimiento necesario para acompañar a la persona en su proceso de aceptación y tratamiento.
En muchos casos, la intervención de un profesional es determinante para que el adicto pueda romper con el autoengaño y comprometerse con un plan de recuperación efectivo.
Además, los terapeutas pueden ofrecer apoyo tanto al individuo como a su entorno familiar, orientando sobre cómo manejar la situación con empatía y firmeza. Si necesitas ayuda, estamos aquí para ti.