«Si mi hija cayera en este infierno, yo daría hasta la ropa que llevo puesta por incluirla en el grupo de Galeno»

Hace unos días, nuestra Directora terapéutica, Isabel Mota, recibió un correo de una antigua compañera del centro Hipócrates en la que hablaba claro sobre las adicciones y cómo ella se sintió, y explicaba lo que significaba Instituto Galeno para ella.

Hoy, queremos compartirla con vosotros:

«Mi agradecimiento más sincero para mis compañeros y amigos Isabel Mota y Pepe el Marismeño, osea a Instituto Galeno. «Mi agradecimiento más sincero para mis compañeros y amigos Isabel Mota y Pepe el Marismeño, osea a Instituto Galeno.

Primero por continuar con el legado de nuestro querido Doctor Ángel Rubio, creador de Hipócrates y médico jefe durante años del centro de Garriga, donde mis compañeros Isa y Pepe me acompañaron en mi recuperación hace ya 21 años.

Mi compañera inseparable, Isa Mota, tuvo la fuerte vocación de la recuperación y la reinserción de personas con adicción a cualquier sustancias, personas que lo han perdido todo en la vida y hasta la esperanza de salir del inframundo y el oscuro abismo que supone el consumo del tipo que sea.

Yo como adicta quiero enviar un rayo fuerte de luz a aquellas personas que no tengas Fe en recuperarse, y también a los familiares que lo están sufriendo, pues yo también soy hija y madre, y si por gracia o por desgracia cayese en ese infierno, yo daría hasta la ropa que llevo puesta por incluirla en el grupo de Galeno.

Esta luz que os envío me llegó a mi, el día que decidí dejar de consumir. Y mi pensamiento fue: «Mi vida se ha acabado, pues yo no sé vivir sin las drogas, pero renuncio a todo a cambio de poder ver crecer a mi niña». Pero nada más lejos de la realidad, mi vida acababa de empezar. No es fácil de soportar, pero a los pocos meses le dije a Isabel Mota: «¡Eureka!», me ha llegado la esperanza de poder vivir.

No tengo confianza en ningún otro programa que no sea el que me ayudó a mí, pues antes de este, probé de todo. Por eso agradezco que mis compañeros sean fieles al programa que nos salvó la vida.

Mi familia por fin descansó, mi madre no quería invertir tanto dinero (porque aquel centro era muy caro) pues no confiaba en mí. Pero a día de hoy dice que no hay inversión más rentable que la que hicieron conmigo, pues a ellos le devolvió la tranquilidad y la paz que habían perdido. Hay cosas en la vida que no tienen precio.

A mi compañera Isa, psicóloga y cofundadora de Instituto Galeno le doy las gracias por haber tenido la fuerza de fundar un centro mas asequible en todos los aspectos, para ayudar con plena dedicación a todas las personas que quieran recuperarse.

Este mundo no es perfecto, y la vida en general tampoco lo es, pero con plena seguridad lo otro no es vida.

Este testimonio es la rotunda realidad de una adicta recuperada recuperada y en paz.

Os quiero. «

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