Ayuda a jóvenes a salir del mundo de las adicciones y renace como cantante y empresario.
“No merece la pena acordarse de lo malo cuando hay cosas tan buenas en la vida”. A Pepe Gómez “El Marismeño” la vida le dio una segunda oportunidad cuando consiguió superar su adicción las drogas. Hoy, con 35 años de carrera musical a sus espaldas, casado, y bien casado, “con la mujer de mi vida”, padre de un hijo, empresario de éxito y, sobre todo, responsable de dos centros de desintoxicación en Sevilla y Málaga, mira la vida “con optimismo y pleno de felicidad”.
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