PATOLOGÍA DUAL
2 trastornos, 1 diagnóstico: Patología Dual
Ante todo hemos de procurar definir su concepto. La Patología Dual consiste en un trastorno adictivo y otro trastorno mental que pueden ser simultáneos (por ejemplo, una adicción al alcohol y un cuadro depresivo), o uno a continuación del otro a lo largo de la vida del sujeto (tomemos como ejemplo la presencia de un Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) puede aumentar la probabilidad de que aparezcan en la adolescencia o en la edad adulta un trastorno por uso de sustancias o un trastorno por juego de apuestas.)
No olvidemos en consecuencia que las adicciones, al igual que cualquier otro trastorno mental, son una enfermedad del cerebro, una enfermedad mental, y como tal, requiere un abordaje multidisciplinar y completo, que permita identificar tanto su expresión sintomática como su base biológica con el objetivo último de diseñar tratamientos y programas de prevención adecuados para los pacientes que las padecen.
Observaremos que tanto los factores genéticos como los neurobiológicos e individuales pueden determinar la vulnerabilidad a la hora de traspasar el umbral entre uso recreativo de sustancias y adicción. De hecho, la Asociación Psiquiátrica Americana reconoce que “aún no se distingue el uso recreativo de sustancias de la compulsión al uso adictivo de ellas. Este cambio de uso a una adicción es el fundamental para entender que es un trastorno por uso de sustancias” (APA 2013).
Recordemos (nunca insistiremos lo bastante) que la adicción no se elige, como no se elige desarrollar un Trastorno por Depresión Mayor o un Trastorno Psicótico.
Las personas vulnerables que usan sustancias van a tener problemas con mayor probabilidad que los sujetos que afrontan las vicisitudes de manera reactiva, que, a pesar de usar sustancias potencialmente adictivas, podrán desarrollar dificultades o problemas con las sustancias, pero que jamás van a desarrollar una adicción.
El mejor predictor de pasar de usar una sustancia a tener un trastorno por uso de sustancias es tener cualquier trastorno mental. Dicha asociación es más usual para los trastornos de personalidad y los trastornos psicóticos. Los más relevantes, entre otros, pueden ser el trastorno bipolar, el trastorno de pánico, la fobia específica y social, el trastorno por estrés postraumático y la ansiedad por separación.
Curiosamente observamos también una diferenciación por sexos. Por ejemplo, las asociaciones entre trastorno de personalidad obsesivo-compulsivo, histriónico, esquizoide y antisocial, junto con trastornos específicos de uso de alguna sustancia fueron significativamente más elevados en mujeres, mientras que en hombres la dependencia de sustancias estaba más asociado al trastorno de personalidad dependiente.
La Patología Dual está asociada a cuadros psicopatológicos de mayor gravedad y largo recorrido que ambos trastornos por separado. Los pacientes con Patología Dual no siempre buscan o encuentran una asistencia profesional adecuada y sólo un pequeño porcentaje recibe tratamiento para ambas dolencias. Es más, es un problema grave añadido que el riesgo de suicidio también es estadísticamente más frecuente y de mayor gravedad que los sujetos con Trastorno Mental no dual.
En cuanto a la faceta social, de modo individual sufren una marginación, desempleo y/o más conductas agresivas que los individuos que solo sufren una patología.
¿Qué conclusión podemos sacar de todo lo expuesto anteriormente? Dato tras dato añadido llegaremos a una importante conclusión: que con todo ello podemos observar que en la Patología Dual existe una importante complejidad adicional a la situación de pacientes que acuden a Instituto Galeno cuando padecen de tales trastornos, y observamos que tan sólo con tratamiento trasversal y simultáneo pueden aspirar a una normalización de su estado emocional y adictivo con posibilidades de éxito.
Comprometidos con nuestros pacientes, y conscientes de ese desasosiego adicional, haremos todo lo posible con nuestro equipo de profesionales para dar respuesta a las familias que no han sido conscientes hasta ahora de que sus personas más amadas sufrían doblemente.